Valeria Sabater Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia en el año 2004. Máster en Seguridad y Salud en el trabajo en 2005 y Máster en Mental System Management: neurocreatividad, innovación y sexto sentido en el 2016 (Universidad de Valencia). Número de colegiada CV14913. Realizó el curso Nutrición y obesidad: control de sobrepeso, ofrecido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estudiante de Antropología Social y Cultural por la UNED. Valeria Sabater ha trabajado en el área de la psicología social seleccionando y formando personal. A partir del 2008 ejerce como formadora de psicología e inteligencia emocional en centros de secundaria y ofrece apoyo psicopedagógico a niños con problemas del desarrollo y aprendizaje. Además, es escritora y cuenta con diversos premios literarios.
El resultado es un ambiente sorpresivamente ecológico: más del 80% de los habitantes de Manhattan usan el metro, una bicicleta o caminan para ir a trabajar. Eso es diez veces más que el promedio para todo Estados Unidos. Algo similar ocurre en ciudades con edificios altos en todo el mundo, desde Singapur hasta Sídney. Son lugares codiciados, como queda claro por los altos alquileres que sus habitantes están dispuestos a pagar. El pequeño milagro Fuente de la imagen, Getty Images Pie de foto, Este aparato le ha cambiado la cara a las ciudades modernas. También son creativos, basados en el alto número de patentes que surgen allí o a la cantidad de startups (nuevas empresas). Son ricos, según el cálculo de la riqueza per cápita. Y si se los compara con áreas rurales o suburbanas son utopías ecológicas, con un bajo uso de energía por persona y bajo consumo de combustible. Este pequeño milagro -riqueza y vitalidad con poco impacto medioambiental- no sería posible sin el ascensor. Y sin embargo solemos subestimar a este medio de transporte y le exigimos más que a otras formas de traslado.